Una buena presentación cumplió la Selección Chilena ante Brasil en el
Mineirao, cerrando un 2-2 durante los 90’. Un desempeño que en el juego
dejó conforme, a pesar de que ambas escuadras presentaran equipos
basados en figuras de sus respectivos medios locales.
Una igualdad valorable, que desde el comienzo se plantó de igual a igual ante la “Verdeamarelha”, y sorprendió desde los 7’, gracias a la apertura de la cuenta de Marcos González, tras una asistencia casual de César Cortés, luego de una mala salida de Cavalieri.
Tras ello, Chile pudo ampliar la ventaja en los pies de Eugenio Mena,
pero el “Keno” falló en la definición. Y ante equipos grandes, aquello
cuesta y fue lo que pasó a los 25’, tras un córner que aprovechó Réver para igualar a los 25’.
En la segunda parte, la escuadra de Sampaoli no bajó los brazos y
continuó con su vértigo, pero los pentacampeones del mundo armaron una
estupenda jugada colectiva, obra de Alexandre Pato y Neymar, en la que el atacante del Santos definió a los 54’.
Parecía que la historia de “jugamos como nunca, perdimos como
siempre” se repetía en el Estadio Mineirao, pero apareció la figura de Eduardo
Vargas, de gran cometido durante los minutos que estuvo en cancha, y
con un estupendo disparo logró la paridad definitiva a los 64’.
Luego, el toque y buena distribución de Chile comenzaron a convencer a
los hinchas brasileños, lo que se sumó al malestar que provocaba el
juego del cuadro de Felipe Scolari, por lo que los aplausos y los “oles” se hicieron notar en el recinto.
La nota negra del duelo fue la expulsión de Braulio Leal,
quien fue con mucha vehemencia a disputar un balón, lo que a criterio
del árbitro, Carlos Amarilla, era merecedora de la cartulina roja.
Un empate positivo, que si bien deja la sensación de que se pudo
haber logrado un resultado victorioso (e histórico) permite pensar en
que hay variables para el equipo titular. Un amistoso del que se pueden sacar muchas cosas valiosas al limpio.
miércoles, 24 de abril de 2013
